Proyectos FDI 2019: el cambio de la presencialidad a la virtualidad
El servicio público, la educación cívica y el bienestar en salud mental fueron las temáticas que abordaron los proyectos FDI que se adjudicaron estudiantes de la Universidad de La Frontera el año 2019 y que se ejecutaron en 2020.
Este año hemos debido afrontar un escenario complejo, pasar de un mundo presencial a uno virtual de forma abrupta. La palabra que mejor define este contexto es resiliencia; nos hemos adaptado positivamente a esta situación adversa y de la cual, en algunos aspectos, nos hemos fortalecido.
Este fue el caso de los proyectos adjudicatarios del Fondo de Desarrollo Institucional, Línea de Emprendimiento Estudiantil del Ministerio de Educación, cuyos equipos de trabajo debieron adaptarse al nuevo escenario COVID-19. El desafío de estos proyectos fue cambiar las dinámicas de interacción con su público objetivo, pasando de actividades presenciales a virtuales; pero lo que pudo haber sido una adversidad, se transformó en una oportunidad para los equipos a cargo de los proyectos Escuela Ciudadana “Libertad y Cambio” y Vínculos Saludables.
Trabajo colaborativo
Sin embargo, para llevar a cabo estas modificaciones en la implementación de los proyectos adjudicados por estudiantes de la Universidad de La Frontera, fue necesario el trabajo colaborativo entre la Dirección de Desarrollo Estudiantil, la Dirección de Análisis y Desarrollo Institucional de la universidad y el grupo de estudiantes a cargo de ambas iniciativas.
Cristina Munro, profesional de Bienestar Estudiantil de la DDE, explica que el trabajo colaborativo entre estas partes es esencial para llevar a cabo los proyectos adjudicados por el estudiantado, ya que es la universidad quien administra los recursos y financia las actividades de acuerdo a los avances de las iniciativas; por lo que la universidad destina un grupo de profesionales que apoya desde la postulación de los proyectos, el periodo de ejecución del mismo y su culminación. En este sentido, Cristina destaca el trabajo de la DADI para que estas ideas puedan ser desarrolladas, no solo porque es la contraparte del MINEDUC, sino porque se han preocupado de que estas ideas lleguen a buen puerto.
“Somos dos unidades las que apoyamos y acompañamos estas iniciativas: la DDE como vinculación y nexo con los estudiantes y la DADI, como nexo con el MINEDUC. Es decir, son proyectos que idean los estudiantes, pero con el apoyo institucional, incluso del Rector, ya que es él quien los firma”. Señala Cristina.
Libertad y Cambio
La iniciativa Escuela de Formación Ciudadana “Libertad y Cambio”, tuvo una adjudicación de $9.050.000, los cuales se destinaron a una serie de actividades que tenían como objetivo propiciar espacios de pensamiento crítico, debate y educación cívica, con la base de promulgar la importancia de las ideas entorno a la libertad y el valor de la democracia representativa.
Este proyecto contaba con dos fases: un club de lectura y debate, y la “Academia Universitaria Libertad y Cambio”, ambas actividades pensadas en presencialidad, pero que debido a la actual contingencia sanitaria debieron ser modificadas a la virtualidad.
Nicholas Zencovich, estudiante de 2do año de la carrera de Derecho y representante del proyecto, señala que algunos fondos destinados a aspectos a actividades presenciales, fueron redirigidos a la compra de insumos tecnológicos para aumentar la calidad de las clases online. Además destaca que el actual contexto les otorgó la oportunidad de llegar a regiones de todo el país donde compartieron con jóvenes este proyecto integral.
“Compartimos con un grupo entusiasta que participó en todas las actividades que realizamos. Fue una experiencia muy gratificante, como equipo nos quedamos con la satisfacción de haber superado este desafío y haber llegado muy lejos, más de lo que imaginamos, generando un vínculo de enseñanza y una red de jóvenes interesados por la educación cívica”; agregando que la educación cívica es un pilar fundamental para el desarrollo de ciudadanos mejor informados y con capacidad crítica de diferentes situaciones. “Esto es importante para el progreso y el desarrollo de cualquier nación democrática: tener ciudadanos comprometidos con el país”.
El proyecto contó con el apoyo y coordinación de la agrupación estudiantil Jowen UFRO. Nicholas afirma que este proyecto terminó en su fase pedagógica, pero que como equipo quieren hacer material audiovisual que contribuya a los contenidos que abordaron. “Queremos hacer cápsulas para seguir profundizando en los contenidos que iniciamos en el curso. Sería interesante continuar el proyecto”.
Vínculos Saludables
En la misma línea de vinculación con la comunidad y el territorio, la agrupación Pastoral UFRO se adjudicó un proyecto titulado “Vínculos saludables” ($8.050.000), el cual tiene por objetivo propiciar un ambiente universitario que fomente espacios que promuevan el bienestar y la salud mental; y de esta forma contribuir a tener una vida universitaria saludable y con significado. Es decir, adaptarse de una forma sana a la vida universitaria. Este proyecto, al igual que Escuela de Formación Ciudadana Libertad y Cambio, debió adaptarse a una modalidad de trabajo virtual, con la diferencia que esta idea continúa el año 2021, pues tiene una duración de 24 meses.
Paula Petermann, representante de la iniciativa, destacó que la reestructuración del proyecto comenta que la se idea se enmarca con el fin de contribuir a la adaptación de la vida universitaria de aquellos estudiantes que llegan de otras regiones a nuestra universidad; donde en muchos casos, por el cambio de una ciudad a otra, se les dificulta activar las redes de origen, como lo son los voluntariados u organizaciones.
“Esto se enfoca en estudiantes, que por razones de estudios migran de sus ciudades dejando una red de amigos, familia y trabajo, por lo que este proyecto busca ser apoyo y acompañar al estudiante, ayudándole a que pueda desenvolverse más allá de lo académico. Es decir, el desarrollo integral, lo que es importante para la salud mental del estudiante”.
Paula comenta que este año se han articulado con algunos voluntariados para fortalecer esta red y de esta forma generar nexos con otras instituciones para la comunidad. Además señala que actualmente están en la parte “gruesa” del proyecto: el desarrollo de una aplicación que ofrecerá ayudas estudiantiles para la vida universitaria, como agrupaciones juveniles (deportivas, musicales, eclesiales, etc), voluntariados, eventos, talleres y actividades vinculadas a la vida cotidiana y el ocio, como eventos musicales, cine, descuentos etc. Esta herramienta será de carácter gratuito y ofrecerá información de la ciudad de forma “condensada” y en un solo lugar.
“Hicimos todo lo que teníamos planeado. Estamos felices por el impacto positivo que hemos tenido con el grupo que trabajamos este año. Gracias a las charlas abiertas que realizamos pudimos articular una red no solo con los estudiantes de nuestra universidad, sino también con estudiantes de otras instituciones. Cumplimos el objetivo de vincularnos con el medio. El próximo año está en planificación y a través de la orientación queremos llegar a más público para hacer actividades más grandes” señala Paula.
Dentro de este proyecto, también se encuentra el apostolado, donde apadrinaron a una persona mayor que se encontraba sola y quien tenía carencias afectivas como económicas. En la misma línea, Paula comenta que para año nuevo apadrinarán a un hogar de ancianos, lo cual junto al lanzamiento de la página de la Pastoral UFRO, serían las actividades culmines de este año, para seguir con esta iniciativa en 2021.
Para más información puedes revisar https://www.pastoralufro.com/
Proyectos adjudicados 2020
Este año se adjudicaron 4 nuevos proyectos de un total de 6 presentados, lo que en números, es algo positivo para la universidad y la comunidad regional, relevando el trabajo articulado realizado por la DADI y la DDE.
Los proyectos ganadores son “Casa Semilla UFRO Huerta sembrando vínculos y sustentabilidad en el resguardo y protección de la semilla criolla FRO 20102” ($6.349.000), “Ciencia contra el crimen, uso de isótopos estables para rastrear el origen de animales robados FRO 20106” ($3.705.000), “Trabajos de invierno 2021 Levantémonos Araucanía FRO 20104” ($7.256.000) y “Revolución Fungástica dispersión del conocimiento fungi para el fortalecimiento del micelio FRO 20103” ($7.239.000).
Cristina Munro, profesional de Bienestar Estudiantil, señala que si bien en la mayoría de los casos el estudiantado tiene vinculación con el medio, porque se ejecutan en instancias externas a la universidad por las problemáticas que tienen los distintos sectores de la población, ya que de alguna forma, las acciones llevadas a cabo impactan positivamente en la sociedad. “Los estudiantes siempre tienen ideas nuevas y la universidad genera una serie de oportunidades para que ellos puedan llevar a cabo estas ideas; por lo tanto, las líneas de proyectos adjudicados el año 2019 dieron la oportunidad de que los estudiantes, a través de estas actividades, pudieran complementar su formación académica, creciendo como personas y profesionalmente. En esta misma línea, también tenemos proyectos académicos, como los adjudicados el año 2020, los cuales se caracterizan por ser un puente en la formación de nuevos investigadores”.
Uno de estos proyectos es Ciencia contra el crimen, uso de isótopos estables para rastrear el origen de animales robados FRO 20106, el cual tiene una duración de un año y está orientado al rastreo de robo de animales, lo cual fue identificado como un problema regional. Alejandra Figueroa, académica del electivo de ciencias forenses y miembro de la iniciativa explica que los isótopos estables es una huella química que está vinculada al porcentaje que tiene distintas matrices biológicas de carbono, nitrógeno oxígeno e hidrógeno, con lo cual se pueden hacer rastreos, no solo de animales o plantas, sino también de humanos, es decir, que a partir de las características del ecosistema se puede georeferenciar para hacer investigaciones como la ruta del diamante en Brasil, para identificar la procedencia de este mineral que es uno de los más valiosos del mundo por su composición.
“Desde el uso forense, los isótopos estables tienen mucha investigación, cerca de 30 años, donde hay mucha antropología de por medio. En Chile esto no se usa, por lo que la Universidad de La Frontera viene a ser pionera en esta materia”, apunta Alejandra, comentando además que esta investigación tiene otras aristas, como el trabajo colaborativo con otros investigadores y la Policía Federal de Brasil, quienes tienen experiencia trabajando en esta materia.
Cristina Munro destaca estas iniciativas, ya que son muy importantes de acuerdo al rol de la universidad en la comunidad y el territorio: la responsabilidad social y el compromiso con la sociedad, pilares fundamentales que propician la realización de estas iniciativas, las cuales son enriquecedoras para toda la comunidad, ya que son parte de la vida universitaria; catapultándose, en algunos casos, como el primer acercamiento de la formación profesional con el territorio y la investigación. “Estas iniciativas contribuyen a la formación profesional y personal. Los estudiantes aprenden mucho, articulan redes con otras instituciones externas a la universidad, aprenden a trabajar en equipo y a desarrollar habilidades blandas, el liderazgo y a cómo enfrentarse a situaciones de emergencia, reinventarse cumpliendo los objetivos, a ser resilientes y adaptarse al cambio, lo que en virtualidad fue necesario”.
Stephanie Molina Estuardo
Dirección de Comunicaciones